viernes, julio 13, 2007

Qué hacer en caso de choque

1.- En caso de choque (y uno sea el conductor)
Los pasos a seguir son:
-Mantener la calma.
-Constatar que no hayan lesionados de gravedad. Si los hay, llamar al SAMU (131).
-Llamar a Carabineros (133).
-Llamar al amigo de confianza y que lleve plata.
-Dar la declaración del accidente a Carabineros.
-Llamar al teléfono de asistencia vehicular o pedir una grúa (en caso que el auto no se mueva).
-Declarar el siniestro en la aseguradora antes de 10 días hábiles.

Si hay lesionados leves (ej: un corte, una mano doblada, un golpe en la cabeza) sacarlos a todos de la escena del choque antes que llegue Carabineros. Eso puede marcar la diferencia entre seguir los trámites en el Juzgado de Policía Local (trámite fácil) o el Juzgado del Crimen (trámite difícil). Después pueden atenderse en forma particular en el centro médico de su preferencia.
Por supuesto que no puede haber alcohol. En caso que lo haya, a fumar como loco (el chicle no sirve y es muy evidente) y tratar de comer algo (de preferencia con grasa y proteínas). Si es MUCHO alcohol al punto de no poder hablar, sentarse en la vereda y tomarse la cabeza cerrando los ojos. Si te preguntan si estás bien, dices que con el choque te mordiste fuertemente la lengua (es una lesión muy común en choques) pero que no es necesario ir a un hospital.

El conductor debe tratar de tomar toda el agua posible. Puede que te pidan una alcoholemia y para reducir los niveles es esencial ir al baño (el shock NO te quema el alcohol, sólo te da una descarga de adrenalina que aparenta lucidez y sobriedad). Acá el mejor truco: Carabineros te ofrece hacer la alcoholemia en un centro asistencial público, pero debes decir que tienes seguro en X clínica (por ejemplo la Clínica Las Condes). Los seguros médicos NO cubren la alcoholemia, por lo que llegando a la clínica, hay que preguntar si te cubren (y te dirán que no). Infórmale a Carabineros que no te cubre y el hospital público más cercano queda en Salvador. En este proceso, ganas aproximadamente 1-2 horas más para seguir tomando agua.

El seguro estándar cubre hasta 0.8 en la alcoholemia (que son aproximadamente 3 vasos de 350ml de cerveza) y si uno tiene más de 0.5 pasa a Juzgado del Crimen.

En la declaración (y sobre todo para el seguro) hay que decir que uno estaba en la casa de la polola (aunque no tengas) y fuiste a rescatar a unos amigos varados en Bellavista (u otro barrio). Es importante, pues la ramificación de preguntas toma caminos muy distintos si uno dice que viene de un carrete.
Ser sincero no te otorgará un perdonazo en las aseguradoras y mucho menos en tribunales (a no ser que uno en verdad sea inocente). Hay que mentirlo todo. Pero también es importante incluir detalles verídicos que no llevan a ninguna parte pero que reafirman tu testimonio (ej: la posición de los pasajeros, la ropa usada, la canción que ibas escuchando).

En caso que uno choque contra otro, un buen truco es decir que cada uno se arregla con sus aseguradoras, pedir los datos (patente, teléfono fijo, RUT, dirección) y después ir a declarar que el otro tipo se dio a la fuga. Al que se escapa, generalmente se le presume culpable.

miércoles, julio 04, 2007

Una muerte en la familia


La madrugada del lunes 02/07/07 fue la última que vivió mi querido tata Pancho, luego de 96 años de vida en su máxima expresión: una familia que lo quería, una buena cosecha de aventuras y un excelente legado.
Entre sus numerosas enseñanzas, la que más tengo presente a diario es "no importa lo vil del visitante, uno siempre debe recibirlo con la más generosa de las hospitalidades". Siempre consideré esa frase como la versión del siglo XX de ofrecer la otra mejilla, amparar al prójimo, ser tolerante y no discriminar. Me gustaba el hecho de vencer los propios rencores y ser dadivoso pese a todo. Y mi abuelo ciertamente vivió a la altura de sus enseñanzas.

Abuelito dime tú

La última vez que compartí con él (pues vivía en Viña) hace un par de semanas, estaba rodeado de gente que lo quería y admiraba, compartiendo un buen asado y bebiendo la sangre de Jesucristo. Estaba alegre a pesar de los males que lo aquejaban.
Era el tipo de hombre que podía reunir a la familia y deleitarnos con sus historias.
Salud abuelo, estás en el corazón de todos.